Lo mejor está por venir.
miércoles, 16 de abril de 2014
jueves, 10 de abril de 2014
Sólo contigo
Toma mi mano, arrástrame hasta el infinito, despiértame con besos sabor chocolate, déjame dormirme en tu pecho, dime todo lo que te gusta de mi, lo que no te gusta, lo que amas y lo que odias, dime lo que te de la gana, haz lo que te de la gana; soy tuya, y todo me da igual si es contigo.
martes, 8 de abril de 2014
Recuérdala.
Recuérdala. Recuérdala cuando no puedas dormir, cuando tengas una pesadilla, cuando tengas hambre, cuando estés aburrido, o cuando simplemente te dé por pensar. Recuérdala cuando eches de menos sus labios, sus abrazos, sus "te quiero", sus miradas, sus sonrisas. Recuérdala cuando pienses en las veces que derramó una lágrima y tú estabas ahí para ella. Recuérdala como un pájaro libre, como un ángel, como un tesoro con alas. Recuérdala cuando quieras y como quieras, pero recuérdala.
jueves, 3 de abril de 2014
¡Que te amo!
jueves, 20 de marzo de 2014
Cumple del blog (atrasado) :3
Hey! Siento mucho no haber escrito últimamente, pero he estado muy liada con los trimestrales.
El 28 de febrero fue el cumple del blog (me acordé, pero no quería hacer una entrada, mira, no sé). Dos añitos ya... No esperaba durar tanto, la verdad. Pero bueno, aquí estamos.
Muchos besos de frambuesa, publicaré más y más a menudo próximamente.
~♥
miércoles, 5 de marzo de 2014
miércoles, 26 de febrero de 2014
Mi cumple ^^
¡¡Jeloooouu con "J" y "U"!! Hoy es mi cumple. Y por el momento me han regalado:
-Un atrapasueños.
-Una fofucha.
-Dinero.
-Unos pendientes.
-El libro ¿Puedo soñar contigo? (Tercero y último libro de la trilogía de El Club de los Incomprendidos).
Y el viernes y el domingo me darán más cositas.
Estoy encantada con este cumpleaños, me gustan mucho los regalos que me han hecho. Además, en clase me han cantado el cumpleaños feliz (también era el cumple de un amigo mío) y lo hemos "celebrado" unos 10 minutos.
Siento no haber estado activa últimamente.
Mil besos, os quiero.
♥
-Un atrapasueños.
-Una fofucha.
-Dinero.
-Unos pendientes.
-El libro ¿Puedo soñar contigo? (Tercero y último libro de la trilogía de El Club de los Incomprendidos).
Y el viernes y el domingo me darán más cositas.
Estoy encantada con este cumpleaños, me gustan mucho los regalos que me han hecho. Además, en clase me han cantado el cumpleaños feliz (también era el cumple de un amigo mío) y lo hemos "celebrado" unos 10 minutos.
Siento no haber estado activa últimamente.
Mil besos, os quiero.
♥
domingo, 23 de febrero de 2014
Ellos
Que aunque parezca que no, los chicos también lloran. También tienen miedo de perderla. También sufren cuando estáis enfadados. También luchan día tras día por seguir juntos. También quieren que esto sea para siempre. También disfrutan haciéndote rabiar. También quieren que los abracen cuando están tristes. También odian que otro las mire. También os quieren como a nada en el mundo.
miércoles, 29 de enero de 2014
Books
-¡Mamá, tengo novio!
+¿Quién es?
-Bueno, está encerrado en un libro.... ¡Pero conseguiré que salga! ¡Estamos enamorados!
+...
+¿Quién es?
-Bueno, está encerrado en un libro.... ¡Pero conseguiré que salga! ¡Estamos enamorados!
+...
domingo, 26 de enero de 2014
Me enamoras
miércoles, 15 de enero de 2014
Monsters
Los monstruos son reales, y los fantasmas también.
Ellos viven dentro nuestro, y a veces, ellos ganan.
Ellos viven dentro nuestro, y a veces, ellos ganan.
martes, 14 de enero de 2014
lunes, 6 de enero de 2014
¡Feliz Año Nuevo!
Siento los 6 días de retraso, pero igualmente, ¡os deseo un feliz Año Nuevo a todos! Espero que el 2014 sea mucho mejor que el 2013 (no creo que sea difícil) y que os lo paséis en grande.
Besitos~
Besitos~
lunes, 30 de diciembre de 2013
Lágrimas
-¿Qué pasa?
-No lo sé, has cambiado.
-Tuve que sentarme a ver como te enamorabas de otro. Dime tú si no cambiarías con eso.
-No lo sé, has cambiado.
-Tuve que sentarme a ver como te enamorabas de otro. Dime tú si no cambiarías con eso.
lunes, 23 de diciembre de 2013
No insistas...
Que no, joder. Que no insistas en creer en los finales felices cuando las verdaderas historias no terminan.No insistas en que estás bien cuando estás llorando. No insistas en que sigues siendo la misma cuando ni tú misma te reconoces. No insistas en perdonar algo que no tiene perdón. No insistas en querer cambiar a una persona cuando esa persona es como es y punto. No insistas en querer ser la mejor cuando todos somos iguales. No insistas en llamar sociedad a esta puta mierda. No insistas en querer ver el lado bueno de las cosas cuando no lo tienen.
domingo, 22 de diciembre de 2013
A Christmas present
~All I want for Christmas is you~
Era Navidad. Salí a la calle, deseando encontrarlo ahí, pero él no estaba. Lo esperé, tan sólo quería verlo una vez más. Congelada, me senté en un banco. Pasaron los minutos. Las lágrimas caían sobre mis mejillas. ¿Por qué no estaba aquí? Miré el móvil. No, no me había enviado ningún mensaje. Llevaba media hora ahí, sola, muerta de frío, esperándole. Había pasado de mí. Me sentía rota, destrozada, sin ilusión, sin alma, sin nada.
No iba a esperarlo más, así que decidí volver a casa. Cuando me levanté, lo vi llegar, corriendo. Fui hacia él. Le pregunté dónde había estado. No me contestó, sino que me dio la mano y me llevó de vuelta al banco. "¿Estabas llorando?", preguntó. Negué con la cabeza.
-Siento haber tardado tanto, he tenido problemas.
Se giró hacia mí con los ojos vidriosos. Le pregunté si estaba bien.
-No, no estoy bien. Me he vuelto loco.
-¿A qué te refieres?
-Loco de amor por ti.
Lo abracé muy fuerte. Le susurré que le quería, y él me dijo lo mismo.
Me miró fijamente a los ojos. Suavemente me retiró el pelo de la cara, mientras la sujetaba con las dos manos. Se me fue acercando lentamente. Cerré los ojos. Nuestras narices se tocaron. Y, finalmente, me besó. Me besó dulcemente.
Miré hacia el cielo y sonreí.
-Gracias. Este ha sido el mejor regalo de Navidad que podía recibir.
domingo, 15 de diciembre de 2013
Crece, vive, y cambia
Eh, princesa, que las cosas cambian.
Que ya nada es como antes.
Que tú has cambiado sin ni siquiera enterarte.
Que esos dulces ojos verdes ahora van pintados de negro. Esos labios rosados ahora van de rojo intenso. Esa pequeña nariz ahora lleva un aro brillante llamado piercing, igual que el ombligo. Que ese pelo castaño ahora lleva mechas rojas. Esa muñeca va llena de pulseras negras. En el hombro hay un tatuaje; donde antes había esa raspada de haberte caído con la bici, sí. La oreja izquierda ahora tiene tres agujeros en vez de uno, y la derecha lleva una dilatación. Que ya no vistes de rosa chicle ni llevas coletas en el pelo.
Eh, princesa, que tú has cambiado.
Que ya nada es como antes.
Que tú has cambiado sin ni siquiera enterarte.
Que esos dulces ojos verdes ahora van pintados de negro. Esos labios rosados ahora van de rojo intenso. Esa pequeña nariz ahora lleva un aro brillante llamado piercing, igual que el ombligo. Que ese pelo castaño ahora lleva mechas rojas. Esa muñeca va llena de pulseras negras. En el hombro hay un tatuaje; donde antes había esa raspada de haberte caído con la bici, sí. La oreja izquierda ahora tiene tres agujeros en vez de uno, y la derecha lleva una dilatación. Que ya no vistes de rosa chicle ni llevas coletas en el pelo.
Eh, princesa, que tú has cambiado.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Sólo él
La primera es la falsa, cuando estoy triste pero no quiero que se den cuenta.
La segunda es la que dedico por educación.
La tercera, cuando estoy contenta.
La cuarta, cuando alguien me hace reír de verdad.
La quinta, cuando una amiga me abraza.
Y la sexta... Bueno, la sexta sólo la tengo cuando hablo con él.
jueves, 28 de noviembre de 2013
Welcome to reality
Abatida, se encerró en el baño, y lloró; lloró como nunca lo había hecho. "¿Por qué es tan difícil...?" pensó. En ese momento, recibió un mensaje de WhatsApp de su psicólogo.
"¿Te va bien pasarte en media hora? Me has demostrado que eres más frágil de lo que todo el mundo piensa, y eso, aunque no lo creas, es un punto a favor."
Ella, destrozada, se vistió, arregló, se volvió a maquillar, sonrió y salió de casa. En la consulta estaba el psicólogo que la había ayudado a no suicidarse. Le dijo que se sentara, y le tendió un espejo.
-Mírate. Mira esos hermosos ojos azules. Mira ese pelo rubio como el oro. Mira esa nariz chata, y esos labios tan carnosos, perfectos. ¿Por qué te cuesta tanto quererte? Mira esa barriga completamente plana, esos brazos huesudos, y esas costillas y clavícula tan marcada. La bulimia, por culpa de la ansiedad, te está destrozando. Me dijiste que no vomitabas por estar más delgada, sino porque la ansiedad hacía que comieras muchísimo y luego vomitabas involuntariamente, ¿cierto?
-Sí.
-Si intentamos controlar la depresión, se controlará la ansiedad, con ello la bulimia involuntaria, y también los cortes. Cada día te cortas más, cielo. Esto no está bien. Lo que te voy a proponer es muy sencillo, ¿vale?
-Ajá.
-Te vamos a ingresar en el hospital, en la planta de psiquiatría, pero tranquila, allí te seguiré tratando yo, y no te podrá ver nadie, sólo una enfermera que te asignaremos, la mejor de toda la planta. No te darán ninguna medicación extra, ni controlarán lo que comes, ni si te cortas, nada. Te puedes llevar hasta la cuchilla, aunque yo seguiré mirándote los brazos una vez a la semana, y como no hayan disminuido tus cortes te trataremos como una enferma. Te estoy dando mucha libertad, más de la que te dejarían allí. Pero tienes que prometerme que vas a mejorar.
-Vale.
-¿Quieres algo más?
-QUIERO SER FELIZ.
"¿Te va bien pasarte en media hora? Me has demostrado que eres más frágil de lo que todo el mundo piensa, y eso, aunque no lo creas, es un punto a favor."
Ella, destrozada, se vistió, arregló, se volvió a maquillar, sonrió y salió de casa. En la consulta estaba el psicólogo que la había ayudado a no suicidarse. Le dijo que se sentara, y le tendió un espejo.
-Mírate. Mira esos hermosos ojos azules. Mira ese pelo rubio como el oro. Mira esa nariz chata, y esos labios tan carnosos, perfectos. ¿Por qué te cuesta tanto quererte? Mira esa barriga completamente plana, esos brazos huesudos, y esas costillas y clavícula tan marcada. La bulimia, por culpa de la ansiedad, te está destrozando. Me dijiste que no vomitabas por estar más delgada, sino porque la ansiedad hacía que comieras muchísimo y luego vomitabas involuntariamente, ¿cierto?
-Sí.
-Si intentamos controlar la depresión, se controlará la ansiedad, con ello la bulimia involuntaria, y también los cortes. Cada día te cortas más, cielo. Esto no está bien. Lo que te voy a proponer es muy sencillo, ¿vale?
-Ajá.
-Te vamos a ingresar en el hospital, en la planta de psiquiatría, pero tranquila, allí te seguiré tratando yo, y no te podrá ver nadie, sólo una enfermera que te asignaremos, la mejor de toda la planta. No te darán ninguna medicación extra, ni controlarán lo que comes, ni si te cortas, nada. Te puedes llevar hasta la cuchilla, aunque yo seguiré mirándote los brazos una vez a la semana, y como no hayan disminuido tus cortes te trataremos como una enferma. Te estoy dando mucha libertad, más de la que te dejarían allí. Pero tienes que prometerme que vas a mejorar.
-Vale.
-¿Quieres algo más?
-QUIERO SER FELIZ.
sábado, 23 de noviembre de 2013
I just need to be normal

La sociedad me considera suicida. Yo me considero una persona fuerte, que ha luchado mucho, pero que ya no podía soportar más el dolor, y, claro, necesitaba sacarlo de su cuerpo de algún modo y decir: "Sólo me arañó el gato".
Pero esa presión por ser normal, por querer ser feliz, por ocultar lo que en realidad te pasa, por estar más delgada, por llorar a solas, es demasiado grande.
Después piensas en tu familia, y no quieres hacerles daño, pero tú necesitas esto. Piensas en que, si tu abuela aún siguiera aquí, no estaría nada orgullosa. Piensas en todas las veces que te dijo "Has adelgazado" con decepción, pero también en las que te dijo "Qué bien, parece que has engordado un par de quilos, estás mucho mejor". Luego piensas en tu abuelo, solo, que también se alegra cuando no adelgazas, te felicita por comer más y mejor. En tu hermano, que sabe que lo estás pasando mal, y te dice que te quieras. En tus mejores amigas, que te quieren como nadie, y no soportas poder a llegar a hacerles daño. En la persona que conoces desde que eras enana, y que ahora es tu entrenador, que te da una colleja cuando te ve cortes en la muñeca. Él, por mucho que discutáis a veces, tampoco quieres que sufra. Piensas en todas tus amigas, y empiezas a recordar todos los momentos vividos con ellas.
Culpas a tus padres por obligarte a comer, te culpas a ti por dejar que tu abuela se fuese, culpas a todo el mundo, pero en especial a ti.
Recuerdas esa charla con tu entrenador, en la que te decía que tenías que comer más, porque en ese año habías adelgazado un montón. Recuerdas tu sonrisa en escuchar eso., y su bronca por decir que no querías engordar, sino que querías llegar a los 38. Aunque también recuerdas el brillo en sus ojos, de alegría y de decepción, al saber que confías en él, y que tu felicidad depende mucho de su ayuda.
Pero, al fin y al cabo, ¿qué más da? Entre todas esas personas no te dejarás llegar a tu meta, conseguir lo que quieres: estar delgada, y ser feliz.
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